En Hurlingham, el municipio al mando del camporista Damián Selci lanzó una iniciativa aparentemente prometedora para el receso escolar: el «Parque de Invierno». La realidad, es que el espacio dista mucho de ser un lugar para el disfrute en familia. La falta de seguridad y los constantes robos que sufren los vecinos dentro del parque y en sus alrededores convirtieron a esta “atracción” en un foco de preocupación.
Las actividades se desarrollan del 13 al 28 de julio en el Predio Municipal, ubicado en Pedro Díaz 1710, lugar donde decenas de vecinos denunciaron una alarmante serie de hechos delictivos como consecuencia de la falta de control y seguridad que permite la entrada de grupos de adolescentes y adultos que se dedican a robar y pelearse, transformando el parque en un lugar poco atractivo y peligroso para concurrir con menores.
Selci promovió la incorporación de un “moderno” sistema de ingreso mediante el registro vía web y la obtención de un QR, una medida que no aborda el problema fundamental: la seguridad de las familias que asisten al parque. Mientras tanto, el distrito sigue registrando índices sin precedentes de inseguridad, una situación que el camporista parece ignorar en su afán por implementar soluciones superficiales.
Lo que debería ser un espacio para el esparcimiento y la reunión familiar se convirtió en una trampa para los vecinos, que ahora temen por su seguridad al ingresar al parque. En lugar de invertir en sistemas tecnológicos de dudosa efectividad, el municipio de Hurlingham debería centrarse en medidas concretas de seguridad para garantizar que el parque sea verdaderamente un lugar de disfrute y no una fuente de delitos.
