La Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera (FULASP) registró una caída de casi el 35% en las ventas y que el fenómeno se debe a los aumentos de casi el 500% y a la falta de control de precios.
Comer pescado para Semana Santa es una tradición de origen católico pero de profunda raigambre en la Argentina. Sin embargo, el consumo de este alimento se derrumbó a números similares que los de hace 50 años. La caída supera a la que se observó en el Rodrigazo de 1975 y 1976.
Según datos de un estudio elaborado por FULASP, las ventas podrían registrar una caída de casi el 35%.
Los precios del alimento registraron de más de un 300% y en enlatados del 500% con respecto al mismo período de 2023. El estudio relevó 324 comercios minoristas y mayoristas, entre los que se destacan los grandes supermercados y pescaderías, en todas las capitales del país. También se trabajó sobre los valores actuales tomados de los sitios online de las cadenas de retail.